Carlos Correa regresa a los Astros en un cambio de gran impacto con los Mellizos.
El infielder puertorriqueño –quien jugará en la antesala para Houston, según una fuente– tuvo que renunciar a una cláusula de no cambio para poder ser traspasado, pero estaba dispuesto a hacerlo con tal de regresar a casa. Fue campeón de la Serie Mundial, ganador del Guante de Oro y Novato del Año de la Liga Americana en 2015 con los Astros.
«Tuve algunas conversaciones con la gerencia en Minnesota y no nos estábamos moviendo en la dirección que yo pensaba después de llegar a los playoffs [en el 2023]», le dijo Correa a MLB.com la tarde del jueves, «y estuvieron de acuerdo conmigo en que era hora de cambiarme. Les hice saber que solo había un equipo al que permitiría que eso sucediera”.
Ha sido una temporada extraña para Correa, quien, hasta donde se sabe, está saludable, pero ha tenido dificultades para encontrar consistencia ofensiva a lo largo del año. Comenzó con un arranque muy lento y luego tuvo un sólido mayo (OPS de .875), un bajón en junio (.682) y una recuperación en julio (.759). En ocasiones, ha mostrado destellos del jugador de impacto que fue tan recientemente como el año pasado, pero la consistencia le ha faltado.
Aun así, en el 2024 seguía siendo uno de los mejores jugadores de Grandes Ligas y sigue siendo muy valorado tanto por sus compañeros como por su inteligencia en el terreno.
Correa, de 30 años, parece haberse recuperado completamente de la fascitis plantar que lo aquejó en campañas recientes. Se perdió tiempo a comienzos de este año por una conmoción cerebral tras chocar con Byron Buxton, y actualmente está fuera de acción luego de sufrir una migraña la noche del martes. También ha lidiado ocasionalmente con molestias en una muñeca, aunque eso apenas le ha costado tiempo de juego.
No obstante, durante buena parte de la campaña no ha lucido como el mismo bateador de antes, con una notable baja en su poder y la tasa de bases por bolas más baja de su carrera. A la defensa, sigue siendo seguro en el campo corto, aunque su alcance ya no es el mismo, y podría ser candidato a mudarse a la antesala, especialmente considerando que el tercera base de los Astros, el mexicano Isaac Paredes, sufre “una lesión bastante significativa” en el tendón de la corva derecha.
«He querido jugar en la antesala durante los últimos dos años, pero no iba a suceder en Minnesota», comentó Correa. «Estábamos esperando que llegara un campocorto y ahora que tengo la oportunidad de jugar en la tercera base, será genial para mí en esta etapa de mi carrera».
Con todo y eso, Correa seguía siendo una pieza clave de los Mellizos tanto dentro como fuera del terreno, y su nombre no había sonado en rumores de cambio hasta que su primera organización en Grandes Ligas llamó para proponer una reunión.
Correa tiene pendiente un salario de US$96 millones hasta 2028, con opciones del club entre el 2029 y el 2032.
Fuente: MLB