TORONTO – Tócalas todas, George, jamás conectarás un jonrón más grande en tu vida.
Con ecos de octubres pasados, George Springer conectó un jonrón de tres carreras para darle la ventaja a los Azulejos y enviarlos a su primera Serie Mundial desde 1993, sellando una victoria por 4-3 sobre los Marineros en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana la noche del lunes.
Cojeando ligeramente mientras recorría las bases, Springer evocó a Kirk Gibson antes de canalizar la emblemática carrera de Joe Carter con los puños en alto. Su batazo ante un sinker del venezolano Eduard Bazardo en el séptimo inning se fue por las gradas del jardín izquierdo, sacudiendo los cimientos del Rogers Centre y desatando una fiesta que se desbordó por las calles de Toronto.
“Estoy tan feliz por nuestro equipo, nuestros fanáticos, nuestra ciudad, nuestro país”, exclamó Springer. “Esta es exactamente la razón por la que amamos jugar aquí; la energía es increíble. Amamos a cada uno de nuestros fanáticos. Es un momento realmente inolvidable”.
El dominico-canadiense Vladimir Guerrero Jr. fue nombrado Jugador Más Valioso de la SCLA mientras los Azulejos celebraban la victoria más importante de la franquicia desde el jonrón de oro de Carter en 1993. Toronto recibirá ahora a los campeones defensores de la Serie Mundial, los Dodgers, en el Clásico de Otoño, que comenzará el viernes.
“Cuando tienes un grupo de muchachos que realmente juegan los unos para los otros, eso es algo real”, externó el manager John Schneider. “No se puede medir, así como no puedes medir el momento oportuno. Pero se siente. Es fácil decirlo, pero cuando miras y eres uno de los últimos dos equipos en pie, sabes que es real”.
El dominicano Julio Rodríguez y Cal Raleigh conectaron jonrones por los Marineros, un equipo que también debutó a la Liga Americana en 1977 y que sigue siendo la única franquicia de Major League Baseball sin un banderín.
“Odio usar la palabra fracaso, pero es un fracaso”, lamentó Raleigh, entre lágrimas en el clubhouse visitante. “Nuestra expectativa era llegar a la Serie Mundial y ganarla”.
Después de una temporada regular con 90 victorias y un inolvidable triunfo en 15 innings sobre Detroit en la Serie Divisional, Seattle llegó a Toronto con una ventaja de 3-2 en la serie, pero no pudo completar la hazaña.
“Sé que esto duele”, dijo el piloto de los Marineros, Dan Wilson. “Y sin duda va a seguir doliendo. Ese grupo es especial. Es una lástima que hayamos salido del lado equivocado de esta historia”.
Bazardo relevó a Bryan Woo, quien permitió una base por bolas, un hit y un toque de sacrificio para abrir el episodio. Curiosamente, Woo fue el lanzador que golpeó a Springer en la rótula derecha con una recta de 97 millas por hora en el Juego 5.
En ese momento, los Azulejos temieron una lesión grave; pero Springer le dejó claro a Schneider, en términos poco sutiles, que no iba a quedarse fuera.
“Que George hiciera eso… me gustaría decir que me sorprendió, pero no”, comentó Shane Bieber. “George es George. Es un jugador increíble”.
La resistencia de Springer reflejó la del propio equipo. Tras ganar 94 juegos y conquistar el Este de la Liga Americana, Toronto perdió los primeros dos juegos de la SCLA en casa, solo para llevarse dos de tres en Seattle y regresar la serie a Canadá.
La mayoría del roster actual ni siquiera había nacido cuando Carter conectó aquel histórico batazo ante Mitch Williams, que dio paso al icónico llamado de Tom Cheek: “¡Tócalas todas, Joe! ¡Jamás conectarás un jonrón más grande en tu vida!”.
Esta generación recordará por siempre la noche en que Springer le regaló a Canadá otro momento de octubre para atesorar.
“Sabía que esa pelota se iba”, comentó Kevin Gausman. “Estábamos varios viendo desde adentro y enloquecimos. George es un jugador increíble. Para que hiciera eso, estando tan golpeado físicamente… eso es él. Es un jugador de momentos grandes en escenarios grandes. Y para ser honesto, no sorprende”.
La noche comenzó prometedora para Seattle. Rodríguez abrió el juego con un doble y luego anotó con sencillo de Josh Naylor. El inning terminó con una extraña doble matanza cuando Naylor fue golpeado por el tiro de Ernie Clement mientras saltaba en la línea de corredor.
Toronto respondió de inmediato, con Daulton Varsho conectando un slider de George Kirby para un sencillo impulsor, aunque Kirby escapó del problema con una línea dura de Clement al jardín central.
Ese momento pareció marcar un punto de quiebre, ya que Kirby se asentó y colgó ceros en sus siguientes tres innings. En su quinta apertura de postemporada y primera como visitante, mantuvo a raya a una afición que agitaba toallas sin cesar y se mantuvo de pie durante las nueve entradas.
Rodríguez devolvió la ventaja a Seattle en el tercer inning con un slider que mandó a las gradas del jardín izquierdo ante Bieber, y Raleigh conectó su quinto jonrón de la postemporada en el quinto episodio ante Louis Varland, colocando el marcador 3-1 a favor de los Marineros.
“Ofensivamente”, dijo Wilson, “hicimos lo que teníamos que hacer”.
Pero fue Springer quien dio el batazo que más importaba. Y por eso este banderín –y este momento– le pertenecen no solo a Toronto, sino a toda una nación.
“Ese es mi trabajo”, culminó Springer. “Amo a este equipo. Haría cualquier cosa por estos muchachos. Haría cualquier cosa por jugar. Amo este lugar”.
Fuente: MLB