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Reds se quedan con último puesto de comodín en la Liga Nacional

MILWAUKEE — Hubo momentos esta temporada —e incluso este mes— en que la idea de que los Rojos llegaran a los playoffs parecía improbable, si no descabellada. Sin embargo, de una forma u otra, encontraron la manera de seguir en la pelea y el domingo, en el Juego 162, Cincinnati cosechó la recompensa.

A pesar de una derrota de 4-2 ante los Cerveceros, los Rojos aseguraron el último puesto de la postemporada de la Liga Nacional al obtener el tercer Comodín de la L.N. Esto fue porque, aproximadamente a 1,477 millas del American Family Field, los Mets cayeron 4-0 ante los Marlins en Miami.

Eso dejó a los Rojos y Mets empatados con récords de 83-79. Pero Cincinnati tiene la ventaja en el criterio de desempate al ganar la serie particular (4-2). Así, los Rojos se ganaron la oportunidad de rociar la champaña, que fluyó generosamente.

“Estoy de fiesta, baby. Estamos celebrando”, dijo el lanzador Nick Martínez. “Ha sido un año infernal. Luchamos muy duro para llegar a este punto. No fue fácil. Esencialmente, miramos a la eliminación a los ojos, tuvimos la espalda contra la pared y nuestros muchachos no se rindieron. Estoy muy orgulloso de ellos. Para esto jugamos. Esto es adictivo”.

Es la primera vez que los Rojos llegan a la postemporada desde la temporada de 2020, que fue acortada por la pandemia. La última vez que llegaron a los playoffs después de una campaña de 162 juegos fue en el 2013, y no han avanzado desde que barrieron a los Dodgers en la Serie Divisional de la Liga Nacional en 1995.

“Desde el Día 1, sabíamos que podíamos lograrlo”, dijo el campocorto dominicano Elly de la Cruz, quien conectó su jonrón número 22 – tope del equipo – para abrir el segundo inning. “Porque desde el Spring Training, nos preocupamos el uno por el otro, jugamos juntos y esa es la clave para nosotros. Como cucarachas, no nos pueden matar”.

El siguiente paso es un viaje a Los Ángeles para el Juego 1 de la Serie del Comodín de la Liga Nacional al mejor de tres contra los Dodgers, campeones de la División Oeste.

El vuelacercas de TJ Friedl abriendo el tercer episodio le dio a los Rojos una ventaja de 2-0. Brady Singer no pudo protegerla después de permitir el doble productor de Brice Turang en el tercer inning y el cuadrangular de dos carreras de Danny Jansen hacia el jardín izquierdo en el cuarto.

Nick Lodolo, regresando a lanzar después de abrir el jueves, entró como relevista, pero después de conseguir el segundo out, tuvo problemas para cerrar la entrada. El doble productor de Andrew Vaughn entre left y center le dio a Milwaukee una ventaja de dos rayitas.

Aunque hubo algunas actualizaciones sobre el resultado del juego de los Mets, los jugadores de los Rojos siguieron adelante.

“Ese fue el único mensaje que tuvimos hoy. Estemos en el momento. Estemos en el presente”, señaló el inicialista Spencer Steer. “Hice todo lo posible para no mirar la pizarra del jardín izquierdo y simplemente enfocarme en nuestro juego”.

La derrota de los Rojos quedó casi olvidada una vez que los Mets fueron vencidos.

Aunque no está exactamente al nivel de romper la Maldición del Bambino, como lo logró la edición 2004 de los Medias Rojas, dirigida por el mánager Terry Francona, asegurar el último puesto de playoffs en los días finales requirió romper un dominio de aproximadamente cuatro años que los Cerveceros tenían sobre los Rojos.

Antes de que los Rojos ganaran su primera serie contra los Cerveceros desde el 2022 este fin de semana, Milwaukee se había llevado cada una de las 13 series anteriores, 14 de las últimas 15 y 17 de 19 desde el 2021.

Francona guio a su equipo a la postemporada en su primera temporada con Boston (2004) y Cleveland (2013). Ahora lo ha hecho de nuevo.

“Siempre se siente como la primera vez”, aseguró Francona. “Ver a estos muchachos divertirse, eso vale cada minuto agonizante que tuvimos durante todo el año. Es una alegría desenfrenada. No importa qué idioma hables, de qué país seas; se están abrazando y es real. Vale la pena por todos los dolores de cabeza y todo lo que hicimos. Solo por esos dos minutos”.

Contratado por los Rojos en octubre, Francona fue traído precisamente para oportunidades como esta. Su influencia, junto con algunos veteranos con experiencia en playoffs, ayudó a mantener al equipo estable a pesar de todo.

“Creo que es enorme en el sentido de ser una voz calmada, una presencia tranquilizadora en el dugout”, dijo el receptor José Treviño. “Puedes mirar hacia la cueva cuando las cosas van bien o mal, lo que sea, y él está tranquilo. Es casi como si confiara en nosotros más que en nada. Entiende el juego y nos entiende a nosotros como jugadores. Para él, tener esa presencia calmada y esa capacidad de mantener a todos nivelados, no tiene precio”.

La montaña rusa incluyó muchas subidas y bajadas, ninguna más pronunciada que las últimas seis semanas de la temporada regular. El 19 de agosto, los Rojos estaban siete juegos por encima de .500 (su máximo de la temporada) con marca de 67-60, antes de jugar para 7-15 en sus siguientes 22 juegos, lo que incluyó barridas de series de tres duelos ante los Dodgers, líderes divisionales, del 25 al 27 de agosto y luego ante los Atléticos del 12 al 14 de septiembre.

Francona sostuvo una breve reunión de equipo después de la serie de los Atléticos.

“Por eso hablé con ellos, porque nunca sabes qué es suficiente o demasiado. Simplemente sigan jugando porque no lo saben”, dijo.

Tan reciente como el 16 de septiembre, los Rojos estaban un juego por debajo de .500 (75-76).

El 5 de septiembre, los Mets derrotaron a los Rojos en el Great American Ball Park. Esto les dio una ventaja de seis desafíos sobre Cincinnati, con los Gigantes y Diamondbacks intercalados entre ellos.

“Por eso jugamos 162 juegos. Todos importan”, recordó Steer. “El hecho de que lo logramos el último día del año dice mucho. Nunca nos rendimos, nunca nos doblegamos. Pudimos habernos doblado fácilmente después de Sacramento después de que nos barrieron, y no lo hicimos. Esa es la razón por la que estamos aquí”.

A pesar de todo, Francona siempre mantuvo el enfoque en el juego que tenían enfrente, sin mirar atrás a lo que se perdió ni enfocarse demasiado tiempo en las victorias. Esto se extendió por todo el clubhouse hasta los jugadores.

“Realmente me mantengo en el momento. Es la mejor forma que conozco para no descarrilarme y ser productivo. Simplemente funciona mejor”, dijo Francona. “Le he dicho al equipo que mientras vayamos juntos en la misma dirección, incluso a veces cuando es la dirección equivocada, lo estamos haciendo juntos. Siempre siento que encontraremos la solución”.

Justo cuando los Mets estaban perdiendo el control con un sorprendente bajón propio, los Rojos ganaron seis de sus siguientes siete juegos y se pusieron a la par de Nueva York el 21 de septiembre. Luego, Cincinnati perdió dos de tres en casa ante los Piratas, que estaban en el último lugar, para perder el control de su propio destino.

Luego, con la victoria del viernes sobre los Cerveceros, junto con una derrota de los Mets en Miami, los Rojos lo recuperaron. Pero esta vez, no lo dejaron escapar.

“Simplemente dice mucho del equipo, de mantenerse unidos, de mantenerse firmes”, declaró el lanzador Andrew Abbott, quien abrió el sábado. “Sabíamos que no iba a ser fácil. Sabíamos que íbamos a tener una larga lucha por delante. Todavía no va a ser fácil de ahora en adelante. Sabemos lo que tenemos que hacer. Intentaremos encargarnos de nuestro negocio lo mejor que podamos”.

Fuente: MLB

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