El Unicaja logró su segunda victoria al ganar por 113-91 al Joventut, desdibujado y descentrado, que aguantó sólo 20 minutos, en un partido que se rompió en el tercer cuarto gracias al acierto ofensivo y una excelente defensa de los locales.
El equipo malagueño, lastrado por tres derrotas consecutivas y con la presión de conseguir la victoria ante su público, inició el encuentro muy concentrado, agresivo atrás e intentando correr para desarbolar la nutrida defensa del conjunto badalonés.
Las diferencias eran mínimas, los dos entrenadores movían los quintetos, pero ninguno de los dos equipos lograban despegarse. Solamente hubo un intento del Unicaja, con dos triples consecutivos del ala-pívot estadounidense Will Thomas y del alero Jonathan Barreiro de separar el marcador (22-15, m.7).
El Joventut se rehízo con el base Guillem Vives y el pívot croata Ante Tomic, que no estuvieron en el quinteto inicial, y su presencia en la cancha imprimió velocidad, puntos y rebotes (23-22, m.10).
La igualdad era máxima, aunque el Unicaja tenía un punto más de rapidez y de acierto que su rival, que le hacía estar por delante en el marcador (36-29). El Joventut sufría cuando no estaba Tomic en la pista e intentaba con el pívot nigeriano Chinanu Onuaku paliar algunas deficiencias defensivas (40-32).
El Unicaja en dos minutos soltó los nervios y se marchó en el marcador con una eficacia tremenda ofensivamente, que desarboló por completo al Joventut, que intentó frenar el vendaval local con un tiempo muerto (53-40, m.18).
Fuente: ACB